Nuestra cita con el bus que nos habría de llevar a la T4 ha sido realmente pronto, teniendo prevista la salida a las 04h30. ¡Un madrugón! Pero es que teníamos que llegar al aeropuerto con mucho tiempo de antelación, dado que la política de seguridad de la compañía EL AL requiere realizar una entrevista personal a todos y cada uno de los pasajeros.
Hemos llegado sobre las 08h15. En los mostradores de facturación están facturando primero un vuelo a Malabo, por lo que nos toca esperar un poquito.
Y cuando llega el personal de EL AL, empieza el despliegue de seguridad; reparten por el hall 8 atriles y nos hacen pasar de uno en uno. Y comienzan las entrevistas: ¿quienes son ustedes?, ¿de dónde vienen?, ¿quién es el sacerdote que les acompaña? (el P. Stevie, al ser keniata, también tiene que pasar lo suyo...), ¿qué les han regalado en la agencia?, ¿conoce usted al resto de miembros del grupo?..... Buscando alguna incongruencia que les indicara si somos un peligro potencial para su seguridad. A ver, está bien, pero la verdad es que impone un poco...
Y de ahí, a pasar el control de seguridad de la T4, y al trenecito que nos llevaría a la zona de las puertas de embarque.
Una vez en la T4-S, hemos tenido tiempo para almorzar, hacer unas compras y aguardar la salida de nuestro vuelo. En la tarjeta de embarque nos han indicado que las puertas se abrirían sobre las 10h45, pero se ha demorado un poco. ¡Otro control! Bueno, es lo que hay...
Y a ponernos cómodos, porque tenemos 4h30 de vuelo. Había que entretenerse como fuera :-)
Después de un pequeño snack, nos han servido la comida. a elegir entre pasta a la bolognesa y pollo al curry. Todo "kosher" ("permitido", según las costumbres judías, que ya os contaremos más adelante...). No se si era por el hambre que teníamos, pero algunos no hemos dejado ni las migas...
Y llegamos a Ben Gurion, el aeropuerto de Tel Aviv. Con una población de unos 480.000 habitantes, tiene un aeropuerto tremendoooo....
Y a recoger el equipaje. Gracias a Dios, no hemos tenido incidencias con ninguna maleta.
En el Control de Seguridad nos han escaneado el pasaporte y entregado una tarjeta de estancia permitida de hasta 3 meses, sin permiso de trabajo. ¡Sólo faltaba! ¡Que hemos venido de vacaciones!
En el bus, con nuestros acompañantes Marcelo (el guía), y Eli (el chófer), de los que os iremos contando cosas a lo largo de la semana, nos han dado la gorra de Peregrino, el programa de viaje y un pin de Israel, porque hoy, 23 de Abril, el día del Patrón de Aragón, San Jorge, también es el día de la Independencia de Israel.
Y llegamos al hotel Marina, en pleno paseo marítimo de Tel Aviv. Nos han recibido con un jugo de naranja, nos han entregado las llaves de las habitaciones y el servicio de maleteros del hotel ha comenzado el reparto de maletas por las habitaciones, mientras nos dirigíamos a cenar. Una cena bastante variada y rica, pero algo especiada. ¡Las berenjenas picaban a rabiar!
Y después de cenar, quien aún tenía fuerzas y ganas se ha dirigido al Paseo Marítimo, aunque se han recogido pronto, porque se ha levantado un viento que podría perfectamente competir con nuestro Cierzo.
Acabamos la crónica de hoy, no sin antes comentar que los pasillos del hotel están plagados de cuadros, de autores de diferentes nacionalidades. ¡Muy curioso! Os ponemos un par de cuadros.
¿Qué os ha parecido? ¡Para nosotros, comienza una semana realmente excitante! Y os la contaremos aquí, no dejéis de visitarnos...
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